Para nadie es un secreto que para luchar contra la infertilidad hay que tener dinero y Colombia no es la excepción. Al principio, cuando di el paso a consulta de fertilidad por primera vez, tal vez era muy inocente y me trague la primiparada. Era costoso todo, desde el valor de la consulta, los examanes, medicamentos y por supuesto el tratamiento FIV, pero pensamos "esto valdrá la pena" y lo pagamos sin decir ni mu. Tuve aborto y decidimos ir a otro centro, allí pagamos menos, pero igual sigue siendo mucho para un tratamiento que debería ser cubierto por la seguridad social, pues la infertilidad es una enfermedad y como tal debe ser tratada, no es tema estético.
Ahora estamos bastante decepcionados con la atención, servicio y protocolo en los procedimientos en este nuevo centro, a pesar de que logré 7 embriones de buena calidad, he tenido dos trasferencias negativas y el medico no dice nada. Me siento estancada, siento que estoy perdiendo mi tiempo y mi dinero y también siento que no hay interés de parte de la clínica para que yo logre mi embarazo, pues siempre que expreso mi inconformidad me dicen "no te preocupes, te quedan cinco embriones", con toda la actitud y mal servicio me dan entender que esto seguirá así hasta que solo me quede uno, y como no, si por cada trasferencia debo pagar 700 dolares más la medicación.
Decidimos con mi @esposo regresar a la clínica anterior, ya teniendo un punto de comparación creemos que allí tienen mas voluntad, ética y responsabilidad frente a los tratamientos, pero nos encontramos con que los precios están exorbitantes, si, por cada trasferencia debo pagar 2.500 dolares sin incluir exámenes, medicación, beta, ni nada. Quedamos plop! pues nada nos garantiza que funcionara.
Es un hecho que esta enfermedad cada día afecta a más gente y sin duda para ellos es un negocio redondo. Me siento muy frustrada, es entendible que debe haber una ganancia, son médicos, tienen personal y todo funciona así, con dinero, pero que cobren tanto solo por una parte del tratamiento, es exagerado. Todo esto nos llevo a buscar una tercera opinión, a decir verdad estábamos muy escépticos, ya cansados de esta peregrinación por ginecólogos, centros de fertilidad y que nos digan lo mismo, cansa, agota y frustra mucho. @Esposo no estaba muy convencido de asistir, en realidad lo hizo por mi, pero en cuanto avanzaba la consulta, la cara le cambiaba y al final salio con una sonrisa de una nueva esperanza y así conocimos la Clinica Eugin, un poco más humana, precios justos y médicos con muy buena voluntad de ayudar, o por lo menos esa fue nuestra impresión.
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