martes, 24 de mayo de 2016

El Parto

Al día siguiente, es decir el jueves salimos a  hacer la caminata de rigor con mi esposo, según las indicaciones medicas. Caminamos por el barrio unas tres horas en la mañana, gine me llama para decirme que quiere que haga monitores el viernes a las 6am, que me espera en sala de partos; y en la tarde yo empece a sentirme hiperactiva o como dicen con el síndrome del nido alborotado, así que me puse a hacer aseo en casa, a limpiar cada rincón y cada cosa que se me atravesara. Al llegar la noche decidí recostarme un rato y empecé a darme cuenta que la bebe no se estaba moviendo como habitualmente lo hacía y ante eso sin dudarlo llamamos a gine y nos dice que vayamos a urgencias.

Tomamos una larga ducha cali ente y salimos pensando que nos regresaran a casa como las últimas veces. Mi gine no estaba allí, pero estaba muy pendiente en el teléfono. El gine de turno de las urgencias me atiende, me hace monitores y tacto y oh sorpresa ya estoy con contracciones seguidas y fuertes y dice "con esas contracciones que estas teniendo cualquier mujer estaría gritando del dolor", y yo quede sorprendida, ni me había enterado. El tacto no fue tan bueno, aún seguía con 1cm de dilatación. Gine de turno informa a mi gine y él decide internarme e inducirme parto con oxitocina iniciando a las 4am. Si, esa noche no volvimos a casa como lo pensábamos.

A las 4am las enfermeras empiezan a ponerme medicamento en el suero y me dicen que hará efecto de inmediato, que me prepare para el dolor de las contracciones. Me controlan cada media hora y cuarenta minutos aumentando la dosis cada vez, pero yo sigo sin sentir nada, aunque los monitores muestran que estoy teniendo fuertes contracciones yo no me entero. Hacia las 10am me hace el primer tacto esperando que lleve mas de 1cm de dilatación, pero para sorpresa de todos la dilatación no evoluciona nada. Me aumentan la dosis del medicamento y hacia las 12pm las cosas siguen igual, contracciones muy fuertes, yo no las siento y dilatación de 1. Mi gine llega y me dice que no podemos esperar más. que el liquido esta agotándose y la placenta no aguanta más y decide inmediatamente hacer cesárea. 

Me costó hacerme a la idea, no pasaron mas de 15 minutos en que me dijo eso y yo ya estaba en quirofano lista para la anestesia. Habían varias personas en la sala incluido mi esposo, pusieron música y mi gine con la mejor actitud empezó a trabajar en lo suyo mientras conversaban entre ellos. De repente sentí que me halaban de un lado a otro, escuchaba líquidos salir y sentía que gine hacía fuerza para sacar a mi bebe. Mi esposo junto a mi no hacía más que decirme que todo saldría bien y que yo era fuerte y justo a las 13:22 con bossa nova de fondo mi princesa vio la luz. Mi gine de inmediato me la acerco antes de cortar el cordón para que le diera un beso, fue lo más tierno del mundo. Luego ya cortado el cordón y con ella llorando, una enfermera me la acerco, la miramos con mi esposo y lloramos juntos. Obvio ese momento lo inmortalizamos en una hermosa foto.

De inmediato se la llevaron y con ella mi esposo, que no se le despego ni un segundo a la pediatra que le hacía las primeras pruebas, mientras a mi me terminaban de coser. No se cuanto tiempo paso, para mi fue eterno pero luego de unos minutos estábamos los tres juntos en sala de recuperación. 

No fue como lo soñé o como lo soñábamos, ambos queríamos el parto vaginal, habíamos practicado mucho la respiración y el pujo y siempre nos imaginábamos ese momento de mil formas menos por cesárea, pero bueno. Afortunadamente y gracias a Dios todo salió bien, ella nació bajita de peso, parece que la placenta ya había llegado a su tope y no estaba haciendo mucho. Aparte de eso todo fue muy bueno, al día siguiente nos dieron de alta y por fin regresamos a casa los tres.

martes, 3 de mayo de 2016

Actualizando: Pre parto

En el control de la semana 36 le comenté al gine que la panza se me ponía dura muy dura cada 20 minutos pero que no sentía dolor, y él me respondió, "eso son contracciones". Así que yo entré en estado de alerta; y me dijo "cuando sean cada cinco minutos me llamas y corres a la clínica". Yo le insistí que no me dolía y me dijo,"tranquila esas se llaman contracciones de pre parto, cuando sean las reales lo sabrás por que te dolerá mucho, te acordaras de mi". En la misma consulta me hizo un tacto vaginal y confirmó que el cuello del útero empezaba a borrarse, tenía un centímetro de dilatación. Desde ese momento empezamos a andar con la maleta en el carro y preparados por que a cualquier momento empezaría trabajo de parto.

Así pasaron casi tres largas semanas, esperando las contracciones de verdad, esperando los dolores reales y alertas a cualquier cambio. En el transcurso de esas dos semanas fuimos dos veces a urgencias, la primera por que pesar de no sentir dolor la panza se ponía dura cada cinco minutos, me hicieron monitoreo fetal y tacto vaginal y todo estaba igual. Movimientos normales y dilatación de 1cm, así que regresamos a casa con indicaciones de caminar mucho para acelerar el inicio de trabajo de parto.

La segunda visita a urgencias fue por disminución de movimientos fetales, eso ya fue empezando la semana 38, seguía sintiendo a la bebé pero en menor cantidad, movimientos mas suaves y menos frecuentes de lo normal. Nuevamente tacto y monitoreo fetal, todo continuaba igual, 1cm de dilatación, movimientos normales  y contracciones muy pocas. De nuevo nos envían a casa a caminar y a estar alertas a cualquier cambio.

En el control de la semana 39 el gine vio en la ecografía que el liquido amniótico estaba disminuyendo y la placenta ya estaba llegando a su limite y esto hace que el bebé deje de alimentarse y por ende de crecer. En consulta me hace tacto y casi tres semanas después sigo igual, con 1cm de dilatación, contracciones (panza dura) cada 10 min pero cero dolor. Solo con las molestias habituales del final del embarazo, dolor de espalda, cansancio, manos y piernas hinchadas, flujo vaginal acompañado de moco. La consulta fue un miércoles, el gine decide enviarme a casa y darme plazo hasta el martes de la próxima semana, si hasta ese día no iniciaba trabajo de parto por mi misma, él lo induciría, pues la placenta no aguantaba más. Así que regresamos de nuevo a casa sabiendo que sí o sí el martes siguiente ya conoceríamos a nuestra princesa.

Esta historia continuara...

Pd: Gaby ya despertó