domingo, 22 de enero de 2017

9 meses que han pasado volando.

Hola hola...

Aquí una entradita corta para decir que si, ya han pasado 9 meses desde que nació mi bella Gabriela, nueve meses de este milagro, de vivir mi sueño con la mayor intensidad del mundo. Nueve meses llenos de miles de sentimientos, de alegría, emoción, frustración, orgullo, ternura, de lágrimas también, cansancio, agotamiento y muchos deseos de dormir un rato largo y de sacar algo de tiempo para mi. Por que sí, me he entregado de lleno a ser mamá y a veces siento que me olvido un poco de mi misma, pero con todo y eso, he de decir, que ser madre es lo mejor que me ha pasado, que es lo mas maravilloso del mundo, que es la mejor experiencia y que sin duda ser madre te enseña a no ser egoísta, a pensar en ella primero, segundo y tercero. Siendo madre conoces el verdadero amor, el amor mas puro y sincero que puede haber en el mundo, siendo madre conoces el dolor de tu hijo pero también el orgullo inmenso cuando consiguen llegar a la meta, Así como también se me arruga el corazón cuando tengo que separarme de ella, y su bella sonrisa y emoción que muestra cuando me ve llegar, eso no tiene precio. 

No me arrepiento de nada, no me arrepiento de buscarte por cinco años incansablemente, de acudir a la ciencia para encontrarte, no me arrepiento de invertir todos nuestros ahorros en esto, de invertir nuestro tiempo en buscarte, de aplicarme cientos de inyecciones, de seguir en la lucha aún cuando nadie creía que lo conseguiríamos. No me arrepiento de entregarme de lleno a criarte, de ser mamá 24/7 por que me he gozado cada minuto a tu lado, por que he disfrutado como nadie tus primeras veces y me han quedado grabadas en la memoria, en el alma y en tu corazón. Tu primera sonrisa, tu primera carcajada, tu primera vez sentada, tu primera comida, tu primera vez gateando, tu primera vez de pie, tu primera vez en el columpio, tu primera pilatuna, tus primeras pequeñas palabras y con cada una de estas primeras veces has logrado emocionarme tanto que siempre me sacas una lágrima de alegría. Podría pasar la noche entera mirándote y me llenas de tanto amor que simplemente no hay palabras para expresarlo, te amo infinitamente hija, gracias por quedarte con nosotros y gracias por hacernos inmensamente felices y por enseñarnos que en la vida se puede llegar a ser feliz hasta con la hoja de un árbol.